Incomprensible(s) soñador(es).

viernes, 30 de noviembre de 2012

Por favor, no me odies.


La misma historia de siempre. La metáfora de una montaña, en la que tú me ayudas a subir con cada una de tus bonitas y falsas palabras. Mientras subimos todo son sonrisas, yo vuelvo a construirme estúpidas ilusiones de niña pequeña, te empiezo a creer todas y cada una de tus mentiras, y comienzo a creer también en los finales felices. Mientras subimos, todo parece perfecto. 
Una vez arriba, te marchas. Estoy en un estado de éxtasis en el que lo único que puedo hacer es gritarle a todo el mundo que ahora eres mío. Y entonces, el eco me responde algo totalmente distinto. "Idiota, no lo es, y nunca lo será". Ese eco de labios rojos y mirada cargada de desprecio, me repite una y otra vez esas palabras, hasta que queden grabadas en mi mente. Ella es tu preferida. Y es cuando estoy al borde del abismo cuando me doy cuenta. "¿Por qué no me lo dijiste?" grito, justo un instante antes de caer al vacío. No hay vuelta atrás. No hay ninguna rama, ninguna nueva oportunidad a la que aferrarse. Caigo, y todo se destruye. Caigo, y sé que pronto volveré a subir, porque siempre me lo ocultarás. Para mí, eres el único. Para ti, soy sólo un entretenimiento más. 

Así que sólo te pido una cosa. Por favor, no me subas otra vez a la montaña. Deja que me dé cuenta de que nunca he tenido ni una pequeña posibilidad entre mil millones, deja que te tenga rencor aún cuando no has hecho nada. Deja que hable mal de ti. Deja que me convenza a mí misma de que no siento nada cuando no es cierto. Deja que te odie, como tú nunca me has odiado a mí. 







No hay comentarios:

Publicar un comentario